2. En un tazón, batir la mantequilla con el huevo e incorporar, a punto hilo, la leche condensada. Añadir la harina con la cocoa, previamente cernidas, y mezclar hasta homogenizar. Finalizar agregando el chocochip.
3. Formar pequeñas bolitas y colocarlas sobre una placa enmantequillada. Aplastarlas con la yema de los dedos.
Nada que envidiar riquísimas